Estas fueron las excusas perfectas para que Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, Fundador de la Católica del Norte y hoy Arzobispo de Barranquilla, fuera invitado a Santa Rosa de Osos después de 3 años de su nombramiento a la capital del Atlántico.
El pasado lunes, 2 de diciembre, la Diócesis de Santa Rosa de Osos recibió a quien fuera su Padre y Pastor durante 15 años: Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve.
Su presencia fue el fruto de la invitación que le cursara el actual Obispo de esta Jurisdicción Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, quien con la mayoría del clero y al lado de instituciones de diverso orden, mostraron su complacencia por poder ofrecer un sincero homenaje por su cumpleaños número 73 y celebrar sus 25 años de vida episcopal, cumplidos recientemente.
Un reencuentro especialLa celebración eucarística y un almuerzo de congratulación fueron los espacios a través de los cuales el actual Obispo de Santa Rosa y casi un centenar de Presbíteros pudieron manifestar a Monseñor Jairo su alegría de volverse a encontrar.
Los momentos previos a la celebración de la Santa Misa, fueron muy especiales para los sacerdotes presentes, de los cuales un buen número recibió su ordenación de manos de Monseñor Jaramillo, a quien reiteraron su agradecimiento y bienvenida a la Diócesis.
Durante la homilía, Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve hizo un recorrido de su vida iniciando en su infancia, la composición de su familia, el ambiente en que creció, su proceso de formación en la escuela hasta llegar al Seminario Menor en Medellín, su paso por el Seminario Mayor en Bogotá, su ordenación sacerdotal en Rionegro, sus primeros años de Ministerio, su llegada como Párroco a la _Catedral del mismo municipio y su nombramiento como Obispo por parte de Juan Pablo II en 1988.
Continuó con la experiencia que “por pura gracia de Dios” pudo vivir en la Guajira como primer Obispo del recién ascendido Vicariato Apostólico de Riohacha, donde permaneció hasta 1995. Hizo especial énfasis en las dos vocaciones que descubrió en su vida ministerial: la juventud y los pobres, dos sectores por los cuales ha trabajado incansablemente y de manera paralela con otros dos frentes pastorales: lo social y la educación. No en vano es cofundador de la Universidad Católica de Oriente (comienzos de los 80) y Fundador de la Católica del Norte (1997).
Destacó, de su estadía en la Diócesis de Santa Rosa de Osos, cómo a la manera de Riohacha, fue otro desafío que el Señor puso en su camino, pero que con su ayuda y su gracia fue “una estancia absolutamente feliz, una Diócesis rica en paisajes, climas y cultivos; una Diócesis rica en vocaciones, un clero inteligente, formado y obediente; con unas fortalezas inmensas como el Plan Diocesano de Renovación y Evangelización – PDR/E, e Instituciones como la Fundación Universitaria Católica del Norte”.
Agradeció de manera especial la invitación que la Diócesis de Santa Rosa de Osos, en cabeza de Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto le hiciera para “ayudarme a dar gracias a Dios por este camino y por el feliz llamado que Él me hizo al Ministerio”.
Al final de la Eucaristía, le fueron entregados algunos reconocimientos por parte de la Alcaldía Municipal, el Concejo y el Centro de Historia, del cual es fundador y Presidente Emérito.
El momento del almuerzo, que fue ofrecido en las instalaciones de la Curia diocesana, fue también momento propicio para reconocer, en palabras del Párroco de la Catedral, el fructífero paso de Monseñor Jairo Jaramillo por la Diócesis de Santa Rosa de Osos y dar gracias a Dios por su Ministerio sacerdotal y episcopal.