La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura publicó el texto ‘Directrices de la Unesco para las políticas de aprendizaje móvil’.
El crecimiento de los dispositivos móviles en los últimos años los ha convertido en una nueva plataforma para la educación.
Entendiendo que que las tecnologías móviles pueden ampliar y enriquecer las oportunidades educativas de millones de personas en el mundo, la Unesco publicó ‘Directrices de la Unesco para las políticas de aprendizaje móvil’.
El documento fue elaborado con apoyo de la finlandesa de telecomunicaciones Nokia y contó con el apoyo de los gobiernos de China, Colombia, Estados Unidos, Rusia, India, México, Nigeria, Pakistán, República de Corea, Senegal, Sudáfrica, Tailandia, Turquía y Uruguay.
De acuerdo con el documento, “Hay cada vez más datos que indican que los omnipresentes dispositivos móviles, en particular los teléfonos móviles y, más recientemente, las tabletas, son utilizados por educandos y docentes de todo el mundo para acceder a información, simplificar la administración y facilitar el aprendizaje de una forma nueva e innovadora”.
Muestra de ese aumento es que nada más en Colombia, durante el último año, las ventas de teléfonos inteligentes y tabletas crecieron en un 278 por ciento.
Por ello, creó ese conjunto de directrices que tienen por objetivo “ayudar a los encargados de formular políticas a entender mejor en qué consiste el aprendizaje móvil y cómo pueden aprovecharse sus ventajas singulares para impulsar los avances hacia la Educación para Todos”.
Estas directrices parten del principio según el cual “el aprendizaje móvil comporta la utilización de tecnología móvil, sola o en combinación con cualquier otro tipo de tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), a fin de facilitar el aprendizaje en cualquier momento y lugar”.
Entre las ventajas de esta modalidad educativa que destaca la Unesco se cuentan el mayor alcance e igualdad de oportunidades en la educación; la facilidad para el aprendizaje personalizado; la respuesta y evaluación inmediatas; el empleo productivo del tiempo pasado en el aula; la creación de nuevas comunidades de educandos; el apoyo al aprendizaje en lugares concreto, entre otras.
Algunas de las directrices sugeridas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en su documento son crear políticas relacionadas con el aprendizaje móvil o actualizar las ya existentes; capacitar y proporcionar apoyo a los docentes para que impulsen el aprendizaje mediante tecnologías móviles; crear contenidos pedagógicos para utilizarlos en dispositivos móviles y optimizar los ya existentes; promover el uso seguro, responsable y saludable de las tecnologías móviles y utilizar la tecnología móvil para mejorar la gestión de la comunicación y la educación.
En Colombia ya hay algunas políticas vinculadas con esas directrices. El Ministerio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, de la mano de instituciones como la Fundación Universitaria Católica del Norte, cuenta con el programa Computadores para Educar y En TIC confío para entregar equipos a escuelas del país y promover el uso seguro de las nuevas tecnologías.
Aún así, la Unesco a alienta a los encargados de formular políticas a que adopten sus recomendaciones, “adaptándolas según sea necesario a las necesidades idiosincrásicas y las realidades de los contextos locales”.
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